De maltratos y sueños
Era las 5 de la mañana... Los ojos abiertos como dos faroles... rojos, ardían... pero no quería cerrarlos, no iba a dormirse... el teléfono debía sonar, prometió que la llamaría esa noche, ¿o la anterior? ¿cuánto había pasado desde que se habían encontrado por esas casualidades que uno se esfuerza en aducir al destino? Qué importaba... él iba a llamar, dijo que lo haría. Y ella le creyó; en realidad no, pero quería hacerlo. Después de todo ¿por qué no? Alguna vez la lógica y la rutina tenían que tomarse vacaciones. Ella sabía que no, pero en el fondo (muy en el fondo, allá casi encondida en algún lugar recóndito) había una pequeña llama que mantenía prendida la esperanza de que algo iba a cambiar. Entonces no iba a cerrar los ojos, porque cuando lo hiciera la apagaría. Y no iba a darle tregua. Que quede encendida.
Pasaron las horas, los días... y perdió la cuenta, y las esperanzas. No derramó una lágrima, ni para eso le quedaban fuerzas ya. Sólo se durmió, soñando con no despertar jamás. Pero sonó el teléfono. Justo cuando se había amigado con la soledad, justo entonces llamó.
¿Por qué será que aparecen cuando uno se acostumbra a que hayan desaparecido? ¿Por qué será que vuelven a desaparecer después de realimentar la esperanza perdida? ¿Por qué será que nunca vuelven y cuando la marea los arrastra a nuestra orilla te saludan con su mejor sonrisa? ¿Por qué será que volvemos a creer, a quedarnos eternamente mirando un teléfono con ganas de revolearlo... pero no lo hacemos porque ¡¡está por llamar!!?
No tengo respuestas, ya tropecé con esa piedra una y otra vez, casi eternamente... pero una vez el teléfono sonó, al teléfono le siguió el timbre... y ya nunca más se fue... camina a mi lado de la mano, me acompaña, me cuida, me hizo olvidar viejos maltratos y descubrir el amor. Desde entonces, vivo un sueño que no tiene fin, porque despertar cada amanecer y verlo dormir a mi lado es lo mejor que me pudo pasar en la vida.
3 Comentarios:
personas suertudas si las hay.
muy bueno.
M.
me ganaron de mano. odio cuando eso sucede y no es la primera vez...
he leído cosas mejores tuyas, a decir la verdad.
igualmente ésta no deja de serlo. me gusta encontrarme en tus textos o pensar, más bien, que soy yo esa persona.
animate a explayarte, hay mil cosas para escribir.
an
muy bueno tu texto nati...como lo entiendo! cuantas veces esperando un llamado...cuantas veces quedarse al lad de una persona tratando de que esa pequeña llama que no quiere apagar no termine por consumirla...
me alegra que ahora brille y no te queme!
te quiero muchisimo!
luli
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