La silla vacía
Cuatro horas dura tu silla vacía... Raras veces es al revés, pero hoy así lo fue...
Desde atrás del vidrio del ascensor se siente la soledad que reina si no estás... pero basta verte detrás de ese cristal para notar que el sol brilla con más fuerza cuando llegás, el viento se acuerda de sonreir y mis ojos encuentran la paz que no consiguen en tu ausencia...
Cuatro horas paso cada mañana mirando esa silla vacía, imaginandote... Vuelvo la vista, miro si respondiste y para calmar la ansiedad me cercioro de que todavía es temprano... las horas no pasan sin vos... tu silla sigue vacía y yo esperandoté.